¿De dónde surge la idea? Quería festejar mi cumpleaños que es en el mes de Diciembre, pero no tenía dinero porque aún estaba en la universidad en periodo de prácticas profesionales, claro, sin paga y siendo inicio del mes de Noviembre se me ocurrió elaborar piñatas tradicionales de picos y venderlas para las posadas Decembrinas del año 2013 y así obtener dinero para mi fiesta, pues me puse manos a la obra.
Influenciada desde muy chica por el programa de tv Art Attack de Rui Torres, Bob Ross quien dibujaba paisajes conocido por sus frases como “pintemos un árbol feliz” & “no es un error, es un accidente feliz” (siempre encontraba la manera de solucionarlo), además de acudir a la biblioteca pública y la casa de la cultura a los diferentes cursos de verano de pintura, papiroflexia, plastilina, danza entre otros, me puse manos a la obra.
Además mis abuelos eran artesanos pues se dedicaban a la elaboración de alfeñique (borreguitos) para su venta del día de muertos y yo desde chica año tras año les ayudaba a pintar, pues mi abuelo me decía que tenía buenas manos, quizá ahí fui desarrollando aun más esta habilidad.
En un lapso dos semanas elabore alrededor de 17 piñatas, después de terminar el proceso de decoración y ya listas para vender, abrí el portón de la casa de mis papás, colgue las piñatas en ganchos y en dos semanas todas se me habían vendido, compradas por vecinos, amigos y algunos conocidos. Después de todo si organice mi fiesta.
Al siguiente año 2014 los vecinos me empezaban a encargar piñatas, sin aún decidir si nuevamente iba a vender, pues ese año ya tenía un empleo formal y no les daba una respuesta. Después de pensarlo y organizar mis tiempos decidí elaborar nuevamente mis piñatas, únicamente vendía en el mes de Diciembre para las posadas e iniciaba con la producción desde el mes de Octubre.
Nuevamente la aceptación de la gente fue muy buena ya que los años siguiente solo se colgaban las piñatas dos ó tres días, ya nos ubicaban y año con año llegaban nuevos clientes por recomendación de amigos ó porque habían acudido a posadas en donde vieron nuestras piñatas y les gusto mi trabajo.
Hasta el día de hoy no he dejado esta bonita actividad y ahora mis papás elaboran las piñatas tradicionales, bien dicen que todo es mejor en familia.
En enero del 2019 una vecina me pregunto si podía hacer una piñata de figura de lata de Coca-Cola, y me animé a elaborarla.
-¿por qué no? un nuevo reto a experimentar.
Fue ahí donde me gusto mucho el resultado de mi piñata de figura y abrí la página en facebook e instagram y nace “Estudio Piñatas 20 de Enero”, con la venta de piñatas personalizadas pero ahora cualquier modelo en estilo 2D.
Elaboro personajes de caricatura, números, letras y figuras, en cada piñata pongo mi mayor esfuerzo y dedicación cuidando cada detalle que está lleve para que luzca espectacular para el recuerdo en el álbum familiar.
Además he ido agregando los accesorios como el bastón decorado, antifaz temático, cañon confeti y bolsa de dulces, para que tú solo te encargues de colgar la piñata y de cantar, ¡pues sin piñata no hay fiesta!
Cada piñata lleva su proceso de elaboración por muy chica o grande que esta sea, comenzando por medir, dibujar el personaje a escala, seleccionar el papel de china con las tonalidades del personaje, medir, cortar y hacer flecos, pegar, unir, secar, decorar y seleccionar una buena playlist ó podcast para trabajar, realmente disfruto todo el procedimiento.
Además ha participado dos años consecutivos en exposiciones de piñatas en la CDMX por el museo de arte, compartiendo el recinto con artesanos de toda la república.