Por Adriana Guevara – Emprendedora
Hola, mi nombre es Adriana. Hoy quiero compartir mi historia contigo que aunque es muy sencilla para mí significa mucho, pues es parte de mi vida. Soy una mujer de 56 años y hace 4 años me jubilé después de 32 años de servicio. Cuando me faltaba poco para poder jubilarme, yo escuchaba a algunas de mis compañeras, ya que estábamos en la misma situación, diciendo que pronto nos podríamos ir a descansar muy rico a casa y disfrutar de los beneficios de la jubilación.

Al escucharlo, sentía bonito, pero algo en mí hacía que no me quedara con esa idea. Decidí empezar un proceso de búsqueda que me hiciera sentir bien.
Les comento que siempre me gustó hacer manualidades de diferentes tipos, como muñecos de fieltro, pintura en tela, pintura en cerámica, en madera, arreglos florales y otras tantas cosas y aunque me gustaba hacerlas, yo sentía que no encontraba todavía lo que realmente me apasionaba.
Llegó el día que la vida me pondría enfrente de lo que hoy me apasiona, que es la decoración de mis cuadros y cajas de madera. Y ahí empezó mi sueño. Ahí entendí que nada es fácil pero que si pongo todo lo que esté en mis manos, estoy segura que lograré mi propósito.

