Emprender es una palabra que yo antes no tenía en la mente. Nunca me imaginé este escenario en mi vida, creo que era demasiado feliz en mi primer trabajo que nunca me vi de este lado de la cancha. Ojo, no quiero decir que emprender sea algo mal visto, pero siempre me enseñaron a valerme por mi misma, que en mi cabecita solo me veía trabajando para alguien más.
No fue hasta que por circunstancias de la vida y porque mi familia creció que mi vida tomó otro camino por completo.
UN GIRO 360
De viajes de trabajo, reuniones todo el día, horas en la computadora, pasé a estar todo el día con mi hijita, salidas al supermercado o clases de natación, ¡pasé de ser totalmente independiente de mi tiempo a ser una mamá! La verdad yo no sabía si lo estaba haciendo bien o no, pero hasta hoy ella está bien por lo tanto creo que lo hemos hecho bien, ha sido trabajo en equipo con mi esposo.
No voy a mentir al respecto, hubo muchísimas veces que extrañé trabajar. Busqué la forma de encontrar algo para mi, algo que me hiciera sentir satisfecha profesionalmente y realizada. Así fue como cada vez más y más me fui metiendo en redes sociales y encontré a muchísimas mamás que estaban en la misma situación que yo. Buscando seguir su rol como mamá pero también su rol como mujer empresaria. Porque, ¿sabes qué?, no está mal querer tener un poco de tu vida de antes de regreso.
Muchas veces como mamás nos sentimos culpables por elegir tener un negocio o lo más simple tener un espacio para nosotras solitas.
Y a veces necesitamos ese espacio, ese time out que de alguna forma nos va a hacer ser una mejor versión de nosotras. Al encontrar a muchas mamás así, me di cuenta que con una red de apoyo las cosas se han hecho mucho más llevaderas y fácil. Pero también encontré algo más, emprender.
UN SALTO DE FÉ
Me atreví emprender y tomé un curso como Community Manager y me lancé… Pero no tenía idea de NADA.
Presupuesto, trabajar mis tiempos, organización, SAT (cómo dar facturas) y sobre todo el miedo a no tener el apoyo de mi esposo.
Bueno, en caso de que te lo preguntes, sí tengo su apoyo y eso me ha hecho sentirme mucho mejor, no busco su aprobación pero sí su apoyo.
Pero lo que no tuve, fue una red de apoyo de emprendedoras, que me guiara o que me acompañara en este proceso. Así como cuando uno es mamá y siempre cada que nace tu bebé te re-inventas y te re-conoces, ¿adivina qué? Así es el emprendimiento, te reconoces, te retas, te caes y te levantas y vuelves a empezar.
Pero no conocía una red como Emprendedoras ofrece guía y acompañamiento a las personas que empezamos nuestros proyectos y nuestros sueños.
La Semana de la Emprendedora 2.0, es LA oportunidad para saber por dónde sí es y por dónde no es.
El Workshop ayudó muchísimo porque puedes despejar muchas dudas y puedes tomar un mejor camino.
La calidad de las ponentes, te permite empoderarte y seguir con tu negocio. Esta es una oportunidad que no muchas personas tienen, pero lo mejor de esta semana es que somos mujeres apoyando mujeres. Y que nos entendemos perfecto en todo lo que nos decimos.